domingo, 28 de abril de 2013

Españoles en el mundo


Esto ya lo hemos vivido antes. Españoles dejando su país con la maleta llena de sueños e ilusiones rotos y en la cartera alguna foto de la familia que le permita crearse la ilusión de tenerlos cerca, españoles haciendo, lejos de sus casas, los trabajos que otros no quieren hacer. Pero no importa. Lo que importa es poder dar a tu familia lo que aquí, en tu patria no te dejan darles, devolverles un poco de la dignidad que les han robado entre un Gobierno de ineptos, una caterva de políticos corruptos y una legión de banqueros sin escrúpulos (muy amigos de los ineptos y corruptos, por cierto).

Mientras estos españoles se van de su país arrastrando su maleta llena de sueños rotos, otros españoles también salen a otro país con su maleta, pero esta va llena de billetes de banco, los mismos billetes que han robado y estafado a los otros españoles. Seguramente es a estos a quienes se refiere la… señora Esperanza Aguirre cuando dice que debemos de sentirnos orgullosos de que los españoles se vayan fuera de España, solo que, desgraciadamente, estos últimos españoles vuelven, ya lo creo que vuelven, a por otro viaje, a por otra carga de los billetes logrados merced a sus estafas, corrupciones y saqueos.

Pues yo no, señora Aguirre, yo no puedo sentirme orgulloso de que nuestros hijos, no importa lo bien preparado que estén, tengan que dejar su país para hacer lo que otros no quieren hacer, para que la señora alemana cuellicorta salve la economía de su país a costa de la sangre joven que debería estar haciendo grande el suyo, mientras ustedes, mientra vosotros, seguís con vuestras mamandurrias, vuestros desahucios y vuestras preferentes, con vuestros coches oficiales y vuestros sueldos millonarios, mientras nos quitáis hasta el aire que respiramos. Por supuesto que no me siento orgulloso de eso, bien al contrario, me provoca un asco enorme tener que verles a diario vomitando mentiras y obscenidades, porque cada palabra que pronuncian en nombre de los españoles a mi me resultan obscenas. Tienen, tenéis ese don, el de ensuciar todo lo que tocáis. Y el día que os vea, en fila, con un atillo camino de cualquier frontera, ese día, señora Esperanza Aguirre, si que me sentiré orgulloso.

Pero hasta que ese día llegue, no nos queda mas remedio que mantener la Esperanza, que mantenerla a usted y sus congéneres. Algo habremos hecho para merecerlo.