martes, 12 de febrero de 2013

La revolución pendiente.

Si alguna vez, en este país, se hace una revolución (que no tiene por que ser violenta) ¿como sería? ¿como toca, es decir, dando la vuelta al sistema, poniendo en la frontera en exilio perpetuo a los miles de chorizos, corruptos y sinvergüenzas o como siempre, dejando que sean ellos los que se pongan a la cabeza de una revolución que no les pertenece, cambiándolo todo para que no les afecte a ellos ni a sus cuentas bancarias? ¿Sería una revolución a la española, poniendo de nuevo a los mas chorizos porque son simpáticos y el pueblo pagando sus caprichos megalómanos, sus trajes de diseño, las fiestas de cumpleaños de sus hijos y sus sobres varios? ¿O sería ver, un día si y otro también, un desfile de personajes de tres al cuarto entrando y saliendo de los juzgados y prisiones, sin escolta, por supuesto, y sometidos a la guillotina del escarnio y vergüenza públicos?
¡Que bonito es soñar con la Justicia! La buena, no la de Gallardón.
Y esto si que es una revolución pendiente. Y nos la debemos.