miércoles, 1 de junio de 2011

Los cambios en el lenguaje

Se vive de forma muy diferente de como lo hacíamos hace un par de generaciones y esos cambios han ido modelando sutilmente, incluso, el significado de las palabras.
Cuando yo era pequeño, hace algún tiempo de eso, nos enseñaban que "mentir es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar", bueno, pues eso ahora se llama "política"; si las mentiras son muchas y van en una lista se denominan "programa electoral", aunque si, además, lo que se pretende es engañar a una tercera parte menos favorecida y es pactado entre otras dos partes puede denominarse, y se denomina, "convenio colectivo", a menos que se discuta durante mucho tiempo y lo den por televisión, porque en ese caso ya es mucho mas difícil darle nombre: debate, proyecto de ley, estado de la Nación, etc.
Si el mentiroso niega lo evidente, y de manera reiterada, se le llama “jefe del gobierno”
Y “jefe de la oposición” si dice que todos los demás mienten pero no lo demuestra.
Si mienten a gritos delante de un grupo de amigos y simpatizantes se llama “mitin”.
Si votan apoyando recortes que merman tus escasos beneficios sociales y en contra de la posibilidad de que ellos viajen, como tu, en clase turista, reciben el nombre de “diputados”. Se llaman “senadores” si, además, necesitan un traductor para escuchar las mentiras en alguna otra lengua del Estado.
Si la mentira es muy, muy gorda y ves que cada mes te cuesta mas llegar al final mientras otros viven cada vez mejor, la mentira se llama "rescate del sistema financiero español", que es que le estás pagando a los Bancos las ayuditas que, de vez en cuando, le dan a una parte del país en la que, casualmente, tu no estás nunca cuando reparten.
Si tu no puedes sacar tu coche porque el precio de los combustibles no te lo permite mientras ves que otros llevan coche oficial hasta para ir al Mercadona, te encuentras ante algo denominado "Estado de las Autonomías". Sea lo que sea, el final es siempre mas de lo mismo y los que pagan la política también son siempre los mismos; sin embargo, los que hacen política, es decir, los que mienten, van rotando su sitio cada cuatro años en el mejor de los casos. A menos que sean malos políticos y los pille alguien (que no seas tu, claro).

Todas esas mentiras juntas es lo que se llama "Estado del Bienestar", y, claro, tú te preguntas: ¿Del bienestar de quién?
Del tuyo, hombre, del tuyo. Hala, venga, vota y no peques más.